Me llamo Cristal y, del mismo modo que mi nombre, soy transparente
Historias como las de Rosa son mucho más frecuentes de lo que imaginamos, y probablemente mismo tienes muchas de estas a tu alrededor. Responsabilizar a otros de nuestra infelicidad es una forma muy sencilla de vivir, pero nos transforma en víctimas de la vida en lugar de en protagonistas.