Mientras aspira, levante los brazos rectos sobre su cabeza
Las calles, los hospicios, los residencias de ancianos, los centros de salud, los sanatorios son el albergue de un sinnúmero de viejitos que sencillamente no tienen dónde vivir. Naturalmente, se sobrentiende que en esos lugares la vida sexual está derogada prácticamente por completo.
